Los niños aprenden a comportarse

¿Tienes dudas a veces sobre cómo actuar frente a ciertos comportamientos de tu peque? ¿Te gustaría tener más herramientas para poder manejar mejor las situaciones difíciles? ¿Tienes curiosidad por saber que dice la psicología sobre la primera infancia (gestión emocional/rabietas, higiene del sueño, comida, primeros miedos)?
Si has respondido que sí por lo menos a una de estas preguntas, entonces en este espacio podrás encontrar las respuestas que necesitas.
Comenzamos hoy una serie de publicaciones que tienen como objetivo presentar el punto de vista de la psicología respecto a distintos temas que conciernen a la crianza.
Empezando por el principio: ¿Cómo aprendemos?
Los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo y el aprendizaje de un niño. Cuando un bebé nace, no sabe hablar, pensar, jugar, ... Todas esas habilidades, así como la mayoría de los comportamientos que un niño manifiesta, las va aprendiendo a lo largo de los años. Los padres, así como otras personas encargadas de su cuidado, juegan un papel fundamental en proporcionar un entorno idóneo y las experiencias que fomenten un aprendizaje adecuado.
Entender cómo un niño aprende es esencial si queremos comprender su desarrollo, además de ayudar a prevenir dificultades y resolverlas cuando se presenten. En este sentido, la psicología nos brinda la posibilidad de conocer los principios de aprendizaje que están en la base de la mayoría de los comportamientos.
Aprendemos… observando
Una de las principales formas de aprendizaje es a través de la observación de lo que otros hacen. Esto significa que los niños están constantemente prestando atención a como se comportan los demás para luego reproducir, en seguida o pasado un tiempo, lo que han observado. El ejemplo más característico es el aprendizaje del lenguaje: el niño empieza a emitir sus primeras palabras imitando a otra persona que habla.
¿A quién imitan?
Lo más probable es que imiten a personas de referencia como sus padres, así como otros cuidadores que pasan tiempo con ellos y, en cuanto sean un poco más mayores, personas a las que admiran (personajes famosos..). También acaban imitando a los otros niños con los que interactúan.
Pueden imitar palabras, gestos, expresiones faciales y comportamientos más complejos.
No siempre los niños imitan lo que ven, pero sí se hace más probable la imitación de los comportamientos previamente observados si esos comportamientos son vistos de manera habitual. Cuando los niños observan a alguien actuando, lo que están viendo no es solo lo que hace y como, sino también, muchas veces, cuales son las consecuencias de sus acciones, es decir si son beneficiosas o no. Pero de este tema en concreto ya hablaremos más adelante 😊.
Para concluir
Todos los comportamientos que los niños observen son susceptibles de ser imitados, tanto los positivos como los negativos. Por esa razón, es fundamental que como padres seamos conscientes del papel que desempeñamos en el desarrollo de nuestros hijos, planteándonos que modelos queremos ser para ellos.